EXPLICACIÓN DE LA ESTRUCTURA DE LA INVESTIGACIÓN






Quisiera dejarles un pequeño atisbo de la estructura de la investigación para que al leerla puedan comprender el “para qué” de cada tema que se trata.

Tal vez esto sirva para que se adentren a la realidad del enfrentamiento con la Fraternidad Cristiana Universal dirigida por Hugo Ontivero Campo. No un enfrentamiento personal, sino un enfrentamiento de ideas, de conceptos, de formas de ver la dirección de la energía de la Obra.

Al principio de la Investigación, en el Libro I, y como han podido comprobar aquellos que han visto los acercamientos que he dejado en el sitio: wwww.academiasapereaude.com.ar , el tema se centra en el carácter mediúmnico de Josefa R.L. Álvarez. De ello tal vez ya les quede en claro algunas cosas más que antes.
Posteriormente adviene el punto (f) en donde presento la posibilidad de error de la psicográfia. Y finalmente en el Libro I se presentan los casos de error, que no son casos con errores menores, si bien la esencia del mensaje sigue su bello curso, sino que son errores que comprometen a la Obra como documento Histórico.

En su momento, confieso, que esta cuestión me pareció de poca monta, pero al reflexionar caí en cuenta de que a nadie podría yo presentarle la obra como un aval de los hechos sucedidos, si el relato era incongruente, al menos que, pudiese explicar cómo fue que la Obra fue canalizada, de qué manera fue hecha. Así entonces cualquiera podría referirse a la Obra como algo verdadero y no como un cuento.

Los últimos hallazgos arqueológicos y las controversiales ruinas que existen por todo el mundo, las cuales sorprenden por su matemática precisión astronómica cuando se las considera como puntos de conexión con ciertas constelaciones y estrellas, van avalando cada día mas a la Obra que analizamos. No me extenderé en este asunto de comprobaciones a nivel empírico porque me bifurcaría en el tema, pero en resumen, puede decirse que no sólo la tabla de Abydos, las grutas del Qumràn y los rollos del mar muerto nos dan pistas de la veracidad de la Obra, hay muchísimas comprobaciones de las cuales la Teosofía con Blavatsky se ha dedicado de trasmitirla al mundo.

Más allá de esto, todavía en la actualidad, no podemos considerar al relato de Josefa como totalmente comprobado hasta tanto no comprendamos como primera cuestión, cómo es que fue escrito. Posteriormente y según la voluntad de cada uno se deberá compilar todo aquello que verifique la historia y su cronología.

Esto, según mi opinión, no es ser escéptico, es tomar el documento como un documento, como una investigación. Por mi parte confío plenamente en la investigación que realizaron Hilarión, Sisedón y Josefa, pero no por ello doy por sentado que todo lo relatado haya sucedido tal cual, porque trato de ser consiente del nivel de riesgo que dicha Psicográfia, tan elevada como era, pudo llegar a tener en un umbral como este.

Esto último que digo, lo confieso, produjo en mí una gran tristeza. Porque al darme cuenta de esta realidad tuve que dejar de tomar a la obra como la “verdad” y comencé a dejar de apoyarme en lo que decía, como parte de una verdad adquirida. Empecé a investigar y comencé a disentir usando mi propio criterio, el cual errado o no , era mi criterio y no de otro, y con esto creí y sigo creyendo, que aprendí a conocerme.

No quisiera irme por la tangente, estaba diciendo que después del punto (f) se presentan los errores. Posterior a ello, en el Libro II, comienza el enfoque del error conceptual con la introducción de la explicación de lo que es el animismo.

Cuando el lector llegue allí de seguro podrá sentirse un poco en el aire, preguntándose tal vez que tiene que ver eso con lo que se estaba diciendo. La Investigación en ese punto da un giro de 180º . Permitanme entonces explicarlo:

El problema conceptual que se toca aquí es un problema ontológico. La ontología es un enfoque filosófico que hoy está en desuso pero que en siglos anteriores a este era importantísimo. La filosofía se sostiene gracias a la ontología, porque la dialéctica, la forma de expresión, está basada en argumentos ontológicos además de epistemológicos, es decir argumentos que hablan del Ser. Uno de los últimos grandes exponentes de la ontología fue a mi parecer el filósofo alemán Heidegger. Pero esto es harina de otro costal. Como venía diciendo, el problema conceptual es bastante fino, delicado, si se quiere también: “existencial” , y ha generado mucha polémica en el foro de FCU.

¿Por qué esta polémica? ¿De qué se trata este problema?

Esta polémica se basó en el concepto de las “Almas Gemelas”.
Ahora lo que espero que ustedes me pregunten es lo siguiente. ¿Y eso en que afecta a la Obra? ¿Por qué tanto revuelo por eso?

La Teosofía es la rama que estudia no sólo la cosmología, la antropología y el simbolismo arcaico, también estudia los diferentes estados dimensionales del Ser Humano. Muchas de las ramas espirituales basan sus nociones en las revelaciones Teosóficas. Los siete planos de acción han sido develados al mundo en Europa en el siglo XVIII gracias a la colaboración de Sinnet, un Teósofo de aquella época, quien fue un precursor de esa onda espiritualista que culminó con la llegada de la espléndida energía de Krishnamurti.

Esos siete planos del cual nos habla la doctrina Teosófica están fundados en la actuación del Ego como ente pensante y de la Mónada como ente real, más real de lo que nosotros podamos concebir.

Con nuestra personalidad que está basada en un molde que Beatriz Maure tuvo la acertada visión de llamarlo “Semejanza”, sumado al Ego que está a medio camino y a la Mónada, tenemos nuestra Identidad con tres puntos principales distribuidos en la matriz septenaria.

Muy bien, esto es muy lógico, pero si queremos entenderlo como algunos pasajes de la obra lo explican se volverá un tanto distinto ya que según la psicografía de Llave de Oro, un Ego alberga a dos seres.
¿Se entiende ahora la complicación?

Más allá de esta controversia, la pregunta podría ser aquí, ¿Hasta qué punto esta complicación estorba la función de la Obra?
La respuesta, según mi forma de verlo, es que la complicación es total. Ninguna doctrina antigua ha mencionado algo así, ninguna fuente filosófica lo ha tratado de insinuar siquiera, simplemente porque atenta a la unicidad del Ser. Esto mismo planteado en la época de los Griegos, hubiese sido un bochornoso ejemplar de ignorancia ontológica y una vergüenza para los seguidores de Parménides.
Sumado a esto, viene a colación los efectos que acarrea tal concepción. Y es la completa separatividad con otras fuentes de conocimiento como la Teosofía, el Hinduismo, el Budismo, el Espiritismo, la religión católica y otras más.
Esto es, si se piensa bien, sumamente contradictorio con la misión de la Obra. Ella viene a unir no a separar. Tal vez algunos digan, ¡Pero querido! ¿qué importancias tienen estas minucias a la hora de estrecharle la mano a un hermano!? Yo contesto que muchas por la siguiente razón.
Porque el mensaje de la Obra está dividido en tres partes fundamentales. Filosofía, Ciencia y Religión.
Los coloco en este orden no arbitrariamente sino para dar cuenta de que la filosofía da origen a la ciencia; el que no comparta esto, estudie a todos los científicos post Bacon del siglo XVIII y comprobará que antes que científicos, eran filósofos, el propio Newton posterior a Descartes y su archí-opositor Leibniz eran primeramente Filósofos antes que Geómetras y ni hablar del propio Voltaire,. Con respecto a la Religión, esta proviene de la Ciencia o debería provenir, dado que la religión está sustentada en una buena comprensión a nivel intelectual. Actualmente esto es obvio que no sucede, pero es muy buena la descripción que realiza Renè Guenòn al respecto en su libro La Crisis del Mundo Moderno donde explica con mucha claridad que las Ciencias actuales son los resabios desfigurados de una sabiduría muy antigua.
Si uno considera esto, y medita sobre la incoherente alianza entre la Iglesia católica y el Darwinismo, la física y la cosmología actual, con todas sus impresionantes contradicciones, no tardará mucho en aceptar que la religión, no puede ser parida desde conceptos erróneos sino desde conceptos verdaderos. Y solo la Ciencia, como aval experimental, puede otorgarlos. En otras épocas estos avales provenían de una Ciencia también, pero que hoy se desconoce en absoluto.
Por lo tanto y en resumen, los conceptos Filosóficos son muy importantes ya que determinan el carácter de un grupo. Los conceptos científicos hacen lo mismo pero a nivel intelectual y los religiosos forman la conducta del individuo a la hora de conectarse con su lado interno y espiritual. Si los primeros son erróneos, los segundos también lo serán.
De esta forma un concepto filosófico mal vertido puede cambiar el aspecto científico y religioso de cierta doctrina o revelación. Si consideramos a la Obra como a una revelación importante, no podemos abandonarla a su suerte y decir que por serlo, debe ser absoluta en su certeza, sino en cambio tendremos que ayudarla al acoplamiento de sus enseñanzas con otras de otras obras, para dar entre todas, con una idea común. Pero este acoplamiento no puede suceder en forma gratuita, cada revelación lleva una carga positiva que la une al resto y una carga negativa que la separa. De esta última debemos precavernos como investigadores y estudiantes si nuestro propósito es perfeccionar cada día nuestro discernimiento.

Posteriormente, en el Libro III, la investigación vuelve sobre sus pasos y realiza una disertación de los conceptos nuevos que se han creado para justificar los errores. Entre ellos se encuentra la hipótesis de Carlos Villone que decía, que un Ego, podía tener varias personalidades a la vez en este planeta físico y con ello justificaba que en la Obra se diese el caso, de que un Ego, tuviese dos representaciones o personalidades en un mismo tiempo cronológico. Esto sucedía obviamente, cuando uno relacionaba las reencarnaciones de esos dos personajes y se daba cuenta de que en realidad eran los mismos; no era una cuestión explicita, a manera de revelación que el autor citara, ni nada que se le parezca.

La interpretación de Villone venía a hacer la veces de subterfugio más que de un criterio establecido, y esto lo digo, porque nunca se dignó a explicar su teoría, simplemente porque no tenía ningún fundamento teórico en que avalarla.

Otro caso que expongo en el libro III acerca de los conceptos nuevos, tiene que ver con las constantes enunciaciones a las transmigraciones para volver a justificar los casos de personalidades dobles que ya he mencionado. El tema aquí, está enfocado, en el excesivo uso de las transmigraciones como justificación a primera mano, y que dio como resultado que se inventen transmigraciones donde no las hubo. Este es el caso de Moisés, el cual dicen, afirman, juran y perjuran que trasmigro a la edad de siete años. Ustedes mismos podrán observar en la explicación que ofrezco en esta sección, que la Obra no dice tal cosa y que Moisés siempre fue Moisés.

Cuando en el Libro III, comienzo a hablar de la definición de Individualidad, Atributo e Ubicuidad, lo hago con el propósito de desmembrar otra de las astutas teorías de Carlos Villone, que para justificar su hipótesis
de personalidades múltiples emanadas de un Ego en un mismo plano físico, utilizó el ejemplo del desdoblamiento de Jhasua en la Naumaquia, y en el bosque de los misterios.

Finalizando, y después de haber hablado de la inexistencia de Misterios en la Obra, la investigación en su cuarto Libro, retoma la explicación de las almas gemelas, esta vez mostrando el debate sucedido entre Beatriz Maure y mi persona en el foro de FCU. Debate que, dicho sea de paso, fue quitado, junto con todo el resto de la polémica, lo que demuestra de qué manera quedaron parados ante la refutación.

Posteriormente, realizaron en el foro, un video explicativo que colocaron para que el concepto de almas gemelas quede entendido. Lamentablemente, generaron mayor confusión, llegando a decir que las almas gemelas no eran dos seres.

Espero haber podido aclarar un poco el panorama visual, para permitirle al lector una lectura más amena y con una perspectiva clara de los propósitos que he tenido para basar mis explicaciones.

Mariano